viernes, 10 de julio de 2020

¡¡Qué bien lo estamos haciendo!!


UNA PEQUEÑA REFLEXIÓN SOBRE LAS ELECCIONES DEL DOMINGO.

A principios de semana leí que “El correo español” (ya, ya sé, no debería leer esas cosas, pero me da morbo leer sus estupideces manipuladas) había hecho una encuesta y que, según ellos, el 67% de los vascos estaban satisfechos con la gestión del COVID que se había llevado a cabo en esta nuestra tierra.

Me lo tuve que leer dos veces, porque no acababa de creérmelo. Vale, igual influye que yo misma curre en Osakidetza, así como familia y amistades mías, o que un familiar muy cercano se haya contagiado en un hospital después de una operación grave. Pero bueno, resulta que creo que no hay que trabajar dentro para darse cuenta de todas esas nimiedades que ha llevado a cabo nuestro amantísimo partido PNV que, como todxs sabemos, ganará las próximas elecciones (como siempre, claro). Llegados a este punto, una simplemente reza a un dios en el que no cree para que al menos no saquen la mayoría absoluta.

Eso sí, no he podido evitar dejar claros unos pequeños puntos, porque igual todavía hay alguien que se ha pasado el confinamiento aplaudiendo en el balcón y gritando a las personas que iban por la calle y no se han enterado de estas pequeñas cositas.

1º) Cuando ya estaba claro que se venía una catástrofe encima, si en Euskal Herria al fin se procedió a un confinamiento del que sólo se podía salir para realizar servicios esenciales fue porque DESDE MADRID dijeron que todo el mundo para casa. Yo aún recuerdo la cara de Urkullu el robot con los labios apretados (que es el máximo de expresión a lo que consigue llegar este hombre) quejándose de que le retirasen competencias porque aquí sabemos cómo hay que hacer las cosas. En lo que sí pensaba Urkullu era en el trauma que se iban a llevar las grandes empresas si no podían seguir produciendo, pobrecitas, con lo mal que lo pasan.

2º) Cuando ya estábamos en medio de la catástrofe y había gente que estaba obligada a ir a trabajar (y muchos no querían), nuestro querido servicio público Metro Bilbao SA decidió recortar la frecuencia para que la gente fuese calentita y prieta a trabajar. Es que aquí sabemos superbién cómo hacer las cosas, y a nadie se le ocurrió que a menor frecuencia más aglomeración. Lo que sí se les ocurrió fue que si había menos trenes, más dinero ganarían.

3º) Cuando en residencias de ancianos como en la de Sestao se alcanzó un índice de contagios de casi el 100% (que yo sepa sólo hubo un paciente que no se contagió), desde preventiva de San Eloy (Osakidetza) no se facilitaron pruebas PCR al personal, habiendo ya varias personas contagiadas. Desgraciadamente hay gente que pensará que son gajes del oficio. Me imagino que no se ponen a pensar que si se contagiaron todos los pacientes menos uno fue gracias a los contagios que habían sufrido las trabajadoras, que evidentemente sin querer traspasaron el bicho a sus viejitos y viejitas. Cuando me pongo en la piel de esas personas cuidadoras me imagino lo que han tenido que llorar de impotencia, de tristeza y de rabia. Pero a Osakidetza lo que le importaba era que no aparecieran muchos trabajadores contagiados, y menos de residencias, porque si no a ver quién iba a ponerse a cuidar a esos viejitos y viejitas sin ningún tipo de supervisión de la salud y sin los EPIS adecuados.





4º) Cuando en los hospitales ya teníamos claro el riesgo de contagio, desde Preventiva, que han funcionado como los bufones de la directiva; básicamente nos venían a decir que LAS MASCARILLAS ERAN CONTRAPRODUCENTES. Incluso llegaron a decirnos que no hacían falta ni guantes ni mascarilla, porque los íbamos a usar mal y lo que iban a provocar era que nos contagiáramos. Vamos, que lo que teníamos que hacer era lavarnos las manos, y así, si contagiábamos a alguien, la culpa sería nuestra por no haberlo hecho bien.


Han suministrado mascarillas defectuosas, las quirúrgicas, que sólo valen para 4 horas, las daban semanalmente (a trabajadores con contacto directo con pacientes como las personas celadoras). A tal punto hemos llegado que incluso el tribunal superior de justicia del País vasco ha dado la razón a los sindicatos y ha dicho que OSAKIDETZA NO PROTEGIÓ DEBIDAMENTE A SU PERSONAL.

Pero claro, tenemos la mejor sanidad pública del Estado, os dirá el señor Urkullu, así que no os quejéis. Los años de recortes, de cargas inhumanas de trabajo para ciertos gremios, y la inexistencia de prevención en temas como ginecología o digestivo quedan borrados de un plumazo, porque OSAKIDETZA LO ESTÁ HACIENDO SUPERBIEN.

A veces una echa de menos que le reconozcan los errores y no la traten como una niña gilipollas: “Mirad, no nos imaginábamos la que nos venía encima y no tenemos mascarillas, ni guantes, ni ná. Vamos a buscar soluciones e intentar hacer una distribución racional de lo que tenemos, ¿tenéis alguna idea?”. Pero no. La gente tuvo ideas, y las puso en práctica; pero desde luego no porque el Gobierno (por llamarlo de alguna manera) liderara esta situación de crisis.
A tal punto llegamos que el proyecto de la UPV para realizar PCRs a bajo coste no fue apoyado y no funcionó como debería haberlo hecho.

No contentos con esto, y teniendo en cuenta que hablan de que el otoño avecina tormenta COVID, ¿Creéis que están recuperando la inversión que nos han quitado? Ahí lo dejo. Luego lloraremos en otoño cuando el personal vuelva a estar destrozado y las urgencias saturadas.

5º) Y llegan las elecciones, por supuesto. No importa que nuevos brotes hayan confinado a un pueblo entero y que sus paisanos no vayan a tener derecho a votar, que hay prisa por renovar los votos. Así, todas las cagadas que nos vengan en el año siguiente quedarán olvidadas dentro de 4 años, y seguiremos eternamente gobernados por unos inteligentes tramposos.
Pero tranquilo todo el mundo, que vivimos en el Oasis Vasco, y aquí tenemos memoria pez, y con que nos rasquen un poquito el lomo las dos semanas antes, ya vamos como perrillos agradecidos a las urnas para elegir a éstos, que total nadie me dice que otro lo habría hecho mejor, porque son todos iguales.

Y todo esto sin meterme en temas como Zaldibar, incineradoras, TAV… O la genial idea de reconvertirnos hacia el turismo (¿A que ahora nadie se acuerda de eso? Si es que el turismo era una inversión fantástica, eso de la industria ha quedado trasnochado).
Lo voy a dejar aquí.. Yo iré a votar, por supuesto; y aunque no espero sorpresas en las urnas, lo mismo el mundo me sorprende y empezamos una nueva etapa (jaajajaja… ya lo sé, a veces soy una happy flower).

PD.- He intentado meter enlaces de distintas fuentes para que no se me acuse de partidista. Aviso que el tono de algunas de las noticias puede herir la sensibilidad de algunos lectores 😜

No hay comentarios:

Publicar un comentario