lunes, 28 de noviembre de 2011

¿Cuando la gota colmará el vaso?





"Señores de la oposición , en política estamos de acuerdo con ustedes pero, ¿Lo estamos también en lo que toca a la economía social? Se ha repetido hasta la saciedad que desde 1789 no hay clases, que todos los franceses son iguales ante la ley. ¿Cómo hemos de creer en la verdad de eso, nosotros que no tenemos más bienes de fortuna que nuestros brazos, que sufrimos todos los días las imposiciones del capital, que vivimos sujetos a leyes de excepción? Nosotros, que vemos cómo la infancia de nuestros hijos se asfixia en la atmósfera desmoralizadora y malsana de las fábricas y del aprendizaje, que tenemos que contemplar cómo nuestras mujeres desertan forzosamente del hogar en busca de un trabajo con el que no pueden, afirmamos que la igualdad proclamada por la ley es letra muerta. Pero, se nos dirá, los diputados que elegís pueden abogar tan bien como vosotros, mejor que vosotros por las reformas que anheléis. ¡No! Contestamos. A nosotros no nos representa nadie, pues en una reciente sesión del Cuerpo Legislativo no hubo ni una sola voz que se levantase a formular, tal como nosotros los sentimos, nuestros anhelos, nuestras aspiraciones, nuestros derechos; no, nosotros, que nos resistimos a creer que la miseria sea una institución de origen divino, no estamos representados en el parlamento: no estamos representados, porque nadie ha dicho que en la clase obrera se atenúe diariamente el espíritu antagónico (...)" Tolain, obrero cincelador, año 1864



Este sábado, como ejercicio de memoria histórica, 13 amigas y amigos nos juntamos para celebrar un juego de rol en vivo basado en la Comuna de París, revolución acaecida allá por el año 1871. No recuerdo en mi infancia y adolescencia haber recibido ninguna información sobre el tema pero, por casualidades de la vida, hace algunos años me topé con aquel momento histórico y, poco a poco he ido buscando y recopilando información sobre el tema para ser mas consciente de la Historia que nos ha traído hasta el momento actual.

Resumiendo mucho la situación, podemos decir que años de abusos y opresión explotaron al fin a través de la movilización social por el deseo de tener una representación política que realmente velara por los derechos de las personas desfavorecidas. Se combinaron aquí la miseria heredada, la falta de escolarización de calidad para los niños, las condiciones de trabajo insalubres a cambio de unos sueldos miserables, la falta de empleo y los desahucios. (¿os suena de algo todo ésto?)

El detonante final fue la rendición de Francia ante los prusianos. Tras meses de asedio y miseria, el Gobierno Estatal entregó Francia a sus enemigos y, atendiendo a sus exigencias, mandó a su ejército a París para que confiscara los cañones de la Guardia Nacional (cañones que habían pagado a escote todos los ciudadanos y ciudadanas parisinas).Esta fue la gota que colmó el vaso. La gente se echó a la calle y no solo impidió el robo de sus propiedades, sino que además confraternizó con el ejército y, negándose éste a disparar ante una multitud desarmada, desobedeció las órdenes de sus generales y se unió al pueblo de París.

Ahora, un ejercicio de imaginación práctica. Supongamos que el FMI (Los prusianos de la actualidad), emplazan al Gobierno Español a que devuelva toda la deuda que tiene en circulación en los mercados por el "bien" de la Economía mundial (Visto el percal, a mí no me sorprendería mucho que pasara algo así).

¡Con el FMI hemos topado! No dudo que el Gobierno se reuniría de urgencia para ver de donde sacar lo que se pueda. En un mundo utópico, se expropiaría a la Casa Real de todas sus pertenencias, se eliminarían los sueldos vitalicios de políticos y asistentes varios, se exigiría a los Bancos la devolución de las ayudas que han recibido, se sacarían las tropas de Afganistán.. Pero todos sabemos que nuestro mundo no es utópico. Lo más posible es que el programa que sacarían de esa reunión entre palmaditas en la espalda implicaría el recorte de sueldos de los funcionarios (un amigo mío, funcionario de carreteras en Castilla León, apenas llega al mileurismo después de los últimos recortes), recorte de ayudas sociales, recorte del gasto sanitario, recortes en la educación pública, aumento de la edad de jubilación para quitarse a unos cuantos ancianitos que pretenden cobrar pensiones sin trabajar..

Pero supongamos que aun así sigue sin llegarles la pasta. Y coge el Gobierno y dice que todos y todas (aunque ya se sabe que algunos mas que otros) tenemos que poner de nuestra parte y que va a mandar al ejército a los pueblos y ciudades para que se incaute de nuestros equipamientos municipales. Ya se sabe: esos Gaztelekus inútiles, farolas, bancos del parque, grifos de las fuentes.. Y yo me pregunto. ¿Sería ésta la gota que colmaría nuestro vaso? ¿Es que tenemos un vaso tan grande que nunca se colma? ¿Qué le hace falta a la gente para levantar la cabeza y enfrentarse a los robos que sufrimos por parte de esa casta de desalmados?

Es verdad que los tiempos han cambiado, porque nosotros y nosotras hemos cambiado. Pero ese cambio no ha sido bueno: nos hemos convertido en su ganado, un ganado al que exprimir hasta que no le quede nada con la promesa de que algún día podremos convertirnos en pastores y vivir como ellos. Pero la gente aún no se ha dado cuenta de que el ganado nació ganado y de que los pastores nacieron pastores. Eso ya lo sabían los ciudadanos y ciudadanas de París en 1871, pero a nosotras se nos ha olvidado.