viernes, 13 de enero de 2012

EL CONSUMO RESPONSABLE



Ya que en el post anterior me centré en el problema del consumismo, ya que en parte estamos encerrados en el círculo del consumo, voy a hablar del consumo responsable, factor que la mayoría de las personas omitimos al llenar nuestra cesta de la compra.
Los periódicos se centran mucho en hablar de que el consumo es el motor de la economía, sin embargo, la información que dan es incompleta. Cuando se estudia introducción a la macroeconomía, la primera fórmula que te explican es la que compone el PNB, también llamado Producto Nacional Bruto. Su origen viene de cuatro fuentes:





a) El consumo: que es donde entramos nosotros y nosotras. Todo lo que compramos hace que las empresas puedan seguir adelante con su actividad. Evidentemente, en épocas de recesión, tenemos menos dinero o decidimos ahorrar más, cosa que hace que nos metamos en un círculo vicioso de recesión del que es complicado salir.

b) La Inversión: que es la parte que viene de las empresas. Es el dinero que utilizan las empresas en ampliar o mejorar sus instalaciones, calidad de productos, etc.. eso sí, la inversión tiene que ser aquí, no en Bangladesh.

c) El Gasto Público: lo que se gasta el Estado en inversiones físicas (carreteras, equipamientos, etc..) pero también en gastos sociales, sanitarios, etc... En época de crisis, el Estado recorta presupuestos. Estamos en las mismas: eso no levanta la economía, sino que la hunde aún más.

d) Las Exportaciones netas: cuando importamos más bienes de los que producimos, nuestro dinero se va al exterior: por ello no vale con consumir, sino que tienen que consumirse productos que provoquen un mayor empleo y una mayor inversión a nuestro alrededor.

A lo que quiero llegar es que ciertamente el consumo es importante, pero no cualquier tipo de consumo (y menos el consumismo, por cierto). Y ahora unas preguntas:

- ¿Miráis el origen de los productos que compráis? Si compramos productos chinos, alemanes, franceses, ecuatorianos o hindúes, lo que estamos haciendo es empeorar aun más nuestra economía. Y que conste que ésto no es un ataque xenófobo a la producción no nacional: el Comercio Justo es una opción fantástica. Esto es, comprarle los bienes a cooperativas o empresas que nos garantizan el respeto a unos salarios mínimos y a unas condiciones de trabajo decentes. Si eso se cumpliría siempre, podríamos competir en igualdad de condiciones.

- La empresa Nacional a la que le compráis: ¿Ha deslocalizado sus fábricas? Esto es: ¿Las ha trasladado a países en los que contratar en régimen de esclavitud a sus obreros para reducir sus costes a la mitad? Pensad si realmente esas empresas merecen que les compremos nada. El permitirles crecer es fomentar un modelo de producción antihumano que en realidad ya se nos ha vuelto en contra hace años.

Debemos recordar que el consumo es un arma, posiblemente la única arma económica que tenemos los ciudadanos y ciudadanas de a pie. ¿Cuándo decidiremos empezar a utilizarla?

Una noticia al respecto:

http://www.elcorreo.com/vizcaya/20120122/mas-actualidad/tecnologia/otra-cara-manzana-201201221035.html